El proceso comercial es un conjunto de acciones que el equipo de ventas de una empresa realiza para acompañar al cliente desde la identificación de los mismos hasta el servicio de posventa, ofreciéndoles productos y servicios que satisfagan sus necesidades. Además de brindar valor a los clientes, el proceso comercial es una parte fundamental de la estrategia empresarial para alcanzar los objetivos de negocio y mejorar la rentabilidad.

Para llevar a cabo un proceso comercial eficiente, se utilizan herramientas y técnicas que optimizan el desempeño de la empresa, automatizan las tareas, mejoran la gestión del tiempo y capacitan al equipo de ventas para enriquecer las prácticas de venta y ofrecer una atención al cliente de alto nivel. De esta manera, la empresa puede lograr un mayor éxito en la consecución de sus objetivos empresariales.

Etapas de un proceso comercial

  1. Captación de leads: conocida como prospección, es la primera fase del proceso comercial en la que el equipo de ventas busca identificar posibles clientes interesados en los productos o servicios que ofrece la empresa. Para gestionar de manera efectiva los leads, muchas empresas utilizan un CRM que les permite centralizar toda la información de los prospectos en un solo lugar y realizar un seguimiento detallado y exhaustivo de cada cliente potencial. De esta forma, se puede llevar un control más efectivo de las interacciones con los clientes y mejorar las posibilidades de conversión en ventas.
  2. Identificación de clientes potenciales: es esencial identificar cuáles de ellos tienen más probabilidades de realizar una compra. Es importante buscar aquellos que compartan características e intereses similares a los clientes frecuentes o al buyer persona de la marca.
  3. Examen de clientes potenciales: es fundamental profundizar en el conocimiento de los clientes potenciales para comprender sus necesidades, y cómo los productos o servicios de la empresa pueden proporcionarles soluciones efectivas. El objetivo es ofrecer a los clientes una propuesta de valor que sea relevante para ellos y que les ayude a resolver sus problemas. Como cada cliente es único, es esencial establecer una relación genuina con ellos de acuerdo a sus necesidades y preferencias individuales.
  4. Demostración de oferta de valor: es importante establecer una comunicación cercana con los clientes potenciales, por ejemplo, a través de llamadas o correos electrónicos personalizados. El objetivo es brindar una experiencia personalizada y relevante a cada cliente potencial, y guiarlos a través del proceso de compra de manera efectiva. Al establecer una comunicación cercana y personalizada, se aumentan las posibilidades de cerrar una venta exitosa y generar relaciones duraderas con los clientes.
  5. Aclaración de dudas: en este punto, los clientes empiezan a investigar sobre el producto y a considerar si comprarlo o no. Durante este proceso, pueden surgir preguntas y preocupaciones sobre si realmente vale la pena invertir y si tendrá un impacto significativo en sus vidas. En este momento es cuando el equipo de ventas debe estar preparado y capacitado para responder a las preguntas de los clientes.
  6. Cierre de la venta: el cliente ha tomado la decisión de adquirir el producto o servicio, por lo que el representante de ventas lo guía para que elija el modelo o plan que mejor se ajuste a sus necesidades. Una vez seleccionada la opción que más le conviene, el cliente realiza el pago correspondiente para empezar a disfrutar de los beneficios del producto o servicio. De esta manera, el vendedor logra el objetivo principal de cerrar la venta y, al mismo tiempo, se abre la posibilidad de que el cliente regrese en el futuro y se convierta en un fiel seguidor de la marca.
  7. Servicio postventa: es crucial mantener un seguimiento continuo para atender cualquier problema, ya sea una queja, sugerencia o felicitación en relación con el producto adquirido. Ambos tipos de comentarios son beneficiosos: los negativos permiten obtener retroalimentación y los positivos motivan al equipo de ventas. Además, esta fase es vital para la retención de clientes, evitando que migren a la competencia y convirtiéndolos en fieles embajadores de la marca.
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Optimizar el proceso comercial en tu empresa

  • Empieza por analizar a tus clientes actuales, observa qué está funcionando bien en el proceso comercial y qué requiere corrección o eliminación. Estudia la organización actual, las capacidades y habilidades de la plantilla de trabajadores, y las características y beneficios de los productos o servicios.
  • Identifica áreas de oportunidad y herramientas para automatizar tareas repetitivas. Usa un software CRM gratuito para mejorar la relación con tus clientes.
  • Establece objetivos para generar más ventas que te ayuden a desarrollar tu negocio, como aumentar el reconocimiento de marca o enriquecer su presencia en línea.
  • Diseña una estrategia comercial paso a paso que indique las acciones necesarias para mejorar tu empresa.
  • Asigna responsables para cada acción y determina los tiempos requeridos para cada paso.
  • Implementa la estrategia informando a la plantilla en qué consiste esta nueva estrategia y cuál es la colaboración que se espera de su parte.
  • Monitorea los resultados para identificar qué está rindiendo frutos y qué está atrasando el proceso. Haz los ajustes pertinentes para alcanzar tus objetivos.

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